jueves, diciembre 11

Amo tus ojos,
no ya por bellos o infinitos
sino porque desde sus adentros
eres tú quien me mira.

Amo tu piel,
no ya por los pliegues que aún ignoro
sino porque tiemble o me abrace
dentro habitas tú.

Amo las cosas,
cuando las pronuncias
y me quiero más
si estás tú.

 Los recuerdos son espejos  de las cosas  como eran