jueves, octubre 6



Hay días como hoy

en que me gustaría ser tus ojos

para verme cómo tú me miras,

a ver si soy capaz de sonreír como ellos

al ver el resultado que tú contemplas
de estos mis adentros.

Hay días como ayer,

en que me gustaría que mi piel

fuese transparente

y pudieses contemplar en mis abismos

ese paisaje de nubes que tú dispersas,

ese vaivén de sueños que arrullas.


Hay días como un probable mañana en que yo me imagino

siendo el destino del viaje

de tus manos hacia un lugar

en busca de calor,

la orilla donde tu cuerpo

encuentra su remanso.

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 Los recuerdos son espejos  de las cosas  como eran