lunes, septiembre 8

Cmo Icaro

No buscaré encontrarte. Cuando suceda intentaré hablarte como antes, cuando tú ni sospechabas, cuando yo me contenía, cuando sellaba la boca de mi adentro para que mi voz hablara de cualquier otra cosa.
Será difícil supongo, que mis ojos te escuchen como si afuera no hubiera pasado nada, mientras adentro sigue ocurriendo todo. Como Ícaro, buscando un resquicio por el que llegar dentro de ti, como una espera espiral cuyo trazo es el ansia.
Debo ser un rostro tranquilo en el espejo, pulido con piezas rotas de pura tempestad.
El corazón es un jardín que siempre llevas contigo, cuyas raíces perviven aunque los colores se mustien.

Sé que todo es igual, menos este jardín que se opaca, esperando la lluvia de tus besos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 Los recuerdos son espejos  de las cosas  como eran