Puede que sí.
Que los ojos sean el espejo del alma.
Lo que no tengo tan claro es si reflejan el alma de quien los lleva o el estado de quien los mira.
Si vengo cargado de paraguas, tal vez quiera ver lluvia para no perder el viaje.
Si traigo en mi espalda el desierto, acaso sean invisibles tus ríos y hojarascas, tus árboles caídos, los ecos que te habitan.
Puede que sea un mito eso de los ojos, o que al leerlos nos percatemos de que lo escrito en ellos esté lleno de dobles sentidos, de entrelíneas, de moralejas subjetivas, de silencios que, sin avisar, cortan el hilo de una historia.
Puede, que a veces nos obstinemos en adaptar lo que leemos a lo que creíamos saber, a lo que, a fin de cuentas, queremos ver.
No hay comentarios:
Publicar un comentario