martes, septiembre 9

El reloj dormido

El tiempo es como un dios inmóvil. Tal vez el único que existe, la única regla para la que todos somos iguales. El tiempo es como un dios inmóvil.....decía.
¿O es que aún no has sentido que el que avanzas eres tú? Todo esto ya estaba cuando llegaste, y seguirá sin moverse cuando te vayas.
A priori no comprendes, ni te importa, toda esa incertidumbre; luego, después de atesorar todas palabras, metáforas e ingenios, después de haber conocido los calendarios que paren efemérides, las manecillas que desconocen el silencio, la clepsidra robando el agua a los segundos, la arena cayendo en silencio de un cristal a otro, te das cuenta que el tiempo sigue igual, que cada cierto intervalo vuelve a nevar, que otra vez llega un punto en que las visitas de Apolo son más frecuentes que las de Morfeo, y lo llamamos verano.

Tal vez el tiempo es el único dios que existe, y la memoria.......la única manera de rezar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

 Los recuerdos son espejos  de las cosas  como eran