No es extraño que gritemos para dejarnos oír cuando más nos
puebla el silencio, que digamos sí negando con la cabeza, que narremos lo
incontable diciendo que no hay palabras para fluirlo, que el día que menos planes
hacemos, sea un día en el que tanto descubramos.
No es extraño que dos miradas se huyan como método para
buscarse, con el pretexto de encontrarse, que los disfraces no disfracen nada,
que te mueras de frío mirando el mismo sol.
No es extraño que de noche, encuentren el alba tus ideas.
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